En tan solo 3 pasos:
Clase 1: Escribir la letra y luego ponerle la música.
Clase 2: Escribir o grabar la música y después la letra.
Clase 3: Hacer las dos cosas al tiempo. Al tiempo que vas cantando una melodía vas insertando la letra.
Clase 1:
Escribir la letra y luego ponerle la música.
Escribir la letra:
Primero se debe tener un tema sencillo pero eso si muy claro.
Resumirlo en una frase sería conveniente.
Tratar de realizar estrofas con versos que tengan algún tipo de rima. Sería conveniente dos, a lo sumo tres de la primera parte para no hacerla monótona y cansona.
La parte que quieras resaltar del tema formará el Coro de la canción.
Luego vendrá otra estrofa a manera de desenlace del tema.
Coro nuevamente y fin de la canción.
Ponerle la música:
Aquí está la parte que le va a dar realce a las palabras escritas en la sección anterior.
Para esto debes definir un ritmo musical que le va a definir el género a tu canción. Si quieres que suene como una balada, un bolero, un tango un bambuco, una cumbia, o cualquier otro género que te guste, deberás escogerlo según tu gusto personal.
Eso si, cada género de los mencionados tiene una forma de acomodar sus notas y sonidos. Debes respetar las pausas y momentos para la entrada, los espacios donde solo vaya música, el desarrollo de la melodía, y la manera de finalizar tu canción.
Si no tienes conocimientos musicales como para escribir las notas de la melodía, trata de grabar con tu voz o algún instrumento como piano, flauta, guitarra etc. La melodía es una sucesión de notas que hace que logres identificar una canción.
Por lo tanto es importante que la tengas muy bien grabada, aunque sea en tu mente, para que no se confunda con otras parecidas y te califiquen de plagio.
Clase 2:
Escribir o grabar la música y después la letra.
Escribir o grabar la música:
Se debe tener una idea melódica, clara, definida y variada evitando toda monotonía.
Es decir la repetición innecesaria de frases musicales que la hagan predecible.
El oyente o público que escuche nuestra canción no debe anticipar sino hasta último momento el desarrollo de una frese musical.
Esta forma permite al compositor jugar libremente con los sonidos antes de acomodar la letra. Las posibilidades son infinitas de esta forma.
Es buena práctica realizar fraseos musicales, es decir, secuencias de notas agrupadas dentro de varios compases. Estos fraseos se componen de grupos de igual cantidad de compases;
frase 1 * 4 compases
frase 2 4 compases
frase 3 4 compases
frase 4 4 compases
.
Todo lo anterior forma una estrofa de 4 versos.
(*) Se pueden hacer frases de distinto número de compases, todo depende de la manera como se cree la melodía, del género escogido y varias cosas que te dará la experiencia a medida que avances en este bello camino del arte. Es cuestión de intentar y atreverse a tejer una tela musical con esa amplia gama de colores que nos dan los sonidos.
Graba la música de tu melodía apenas la tengas organizada para ir puliendo con más tiempo los detalles.
Escribir la letra:
Aquí llegamos a una parte interesante de la composición. La letra ajustada a la música ya creada es como tratar de ponerle los zapatos de un niño a un elefante. No digo que sea imposible, mientras el elefante sea tan pequeño como un niño.
Bueno no es hora de desanimar por este pequeño detalle. La cuestión radica en el buen gusto a la hora de ajustar la letra, que puede ser una poesía que tengas en tu cajón de recuerdos o un pequeño verso que te escribieron y lo guardas en algún diario, que se yo, tu sabes donde guardas esos recuerdos que te hagan pensar en esa música que estás horneando.
Es importante, ante todo, respetar los acentos normales de las palabras; estos deben coincidir con los acentos musicales en cada compás de cada frase. Son parecidos a los acentos e inflexiones que haces cuando hablas. Se debe tener en esta parte un buen sentido del ritmo para que todo compagine y termine siendo una representación cantada de lo que normalmente dirías si estuvieses hablando.
Clase 3:
Hacer las dos cosas al tiempo. Al tiempo que vas cantando una melodía vas insertando la letra.
Esta es la forma más divertida de todo el proceso creativo.
Personalmente salgo a caminar cuando estoy tocado emocionalmente y dejo que esas emociones se conviertan en notas en mi voz. El ambiente es importante para esta forma de composición. Un sitio con demasiado ruido donde no puedas aquietar tu espíritu para que tus emociones tomen el control y se dejen llevar por la musicalidad y la necesidad de expresión, definitivamente es el peor de los ambientes creativos.
El aire, el color del día, la noche misma, la gente paseando, el viento en las manos, son muchos de los grandes compañeros e inspiradores para hacer una canción buena; una que te guste a ti antes que a los demás. Porque eres tu quien está traduciendo tus sentimientos en esos momentos. No es la opinión de los otros quien debe dar la pauta para la forma de contar tu historia musical. Si lloras quien mejor que tu para expresar ese llanto sea de alegría o de tristeza; aquel que pasa a tu lado ni idea tiene de lo que sucede en tu interior.
Básicamente, la idea es ir copiando de esa partitura universal donde ya están creadas todas las melodías y obras musicales posibles esperando para que alguien como tú las baje del aire donde están desde la eternidad.
! !Bueno, ya me inspiré, es que así es la música, la composición y la vida! Y ante todo estamos vivos.
Intenta encontrar tu momento personal, tu propio espacio, tu propia forma de arrancarle con suavidad esas canciones que tu quieres escribir.
Algunas personas al ver un paisaje que les agrada, toman su instrumento favorito y se dejan llevar por ese momento sin ningún reparo de tiempo, lugar, cansancio, frío u otros distractores que normalmente dispersarían la mente desenfocándola de la posibilidad de crear o de unirse a la obra universal que le brinda un paisaje como tema principal para que el que le vea haga su aporte con pinceladas musicales.
Siempre es bueno llevar consigo un lápiz, NO ESFERO, EL LÁPIZ NUNCA FALLA POR LA FALTA DE TINTA, y una libreta de apuntes personales donde puedas copiar las frases que vayas creando. Si tienes más cuidado hazte a una grabadora de las de periodista, allí va quedando todo en un solo paquete letra y música juntos.
Creditos a: http://www.juncadella.net/
Clase 2: Escribir o grabar la música y después la letra.
Clase 3: Hacer las dos cosas al tiempo. Al tiempo que vas cantando una melodía vas insertando la letra.
Clase 1:
Escribir la letra y luego ponerle la música.
Escribir la letra:
Primero se debe tener un tema sencillo pero eso si muy claro.
Resumirlo en una frase sería conveniente.
Tratar de realizar estrofas con versos que tengan algún tipo de rima. Sería conveniente dos, a lo sumo tres de la primera parte para no hacerla monótona y cansona.
La parte que quieras resaltar del tema formará el Coro de la canción.
Luego vendrá otra estrofa a manera de desenlace del tema.
Coro nuevamente y fin de la canción.
Ponerle la música:
Aquí está la parte que le va a dar realce a las palabras escritas en la sección anterior.
Para esto debes definir un ritmo musical que le va a definir el género a tu canción. Si quieres que suene como una balada, un bolero, un tango un bambuco, una cumbia, o cualquier otro género que te guste, deberás escogerlo según tu gusto personal.
Eso si, cada género de los mencionados tiene una forma de acomodar sus notas y sonidos. Debes respetar las pausas y momentos para la entrada, los espacios donde solo vaya música, el desarrollo de la melodía, y la manera de finalizar tu canción.
Si no tienes conocimientos musicales como para escribir las notas de la melodía, trata de grabar con tu voz o algún instrumento como piano, flauta, guitarra etc. La melodía es una sucesión de notas que hace que logres identificar una canción.
Por lo tanto es importante que la tengas muy bien grabada, aunque sea en tu mente, para que no se confunda con otras parecidas y te califiquen de plagio.
Clase 2:
Escribir o grabar la música y después la letra.
Escribir o grabar la música:
Se debe tener una idea melódica, clara, definida y variada evitando toda monotonía.
Es decir la repetición innecesaria de frases musicales que la hagan predecible.
El oyente o público que escuche nuestra canción no debe anticipar sino hasta último momento el desarrollo de una frese musical.
Esta forma permite al compositor jugar libremente con los sonidos antes de acomodar la letra. Las posibilidades son infinitas de esta forma.
Es buena práctica realizar fraseos musicales, es decir, secuencias de notas agrupadas dentro de varios compases. Estos fraseos se componen de grupos de igual cantidad de compases;
frase 1 * 4 compases
frase 2 4 compases
frase 3 4 compases
frase 4 4 compases
.
Todo lo anterior forma una estrofa de 4 versos.
(*) Se pueden hacer frases de distinto número de compases, todo depende de la manera como se cree la melodía, del género escogido y varias cosas que te dará la experiencia a medida que avances en este bello camino del arte. Es cuestión de intentar y atreverse a tejer una tela musical con esa amplia gama de colores que nos dan los sonidos.
Graba la música de tu melodía apenas la tengas organizada para ir puliendo con más tiempo los detalles.
Escribir la letra:
Aquí llegamos a una parte interesante de la composición. La letra ajustada a la música ya creada es como tratar de ponerle los zapatos de un niño a un elefante. No digo que sea imposible, mientras el elefante sea tan pequeño como un niño.
Bueno no es hora de desanimar por este pequeño detalle. La cuestión radica en el buen gusto a la hora de ajustar la letra, que puede ser una poesía que tengas en tu cajón de recuerdos o un pequeño verso que te escribieron y lo guardas en algún diario, que se yo, tu sabes donde guardas esos recuerdos que te hagan pensar en esa música que estás horneando.
Es importante, ante todo, respetar los acentos normales de las palabras; estos deben coincidir con los acentos musicales en cada compás de cada frase. Son parecidos a los acentos e inflexiones que haces cuando hablas. Se debe tener en esta parte un buen sentido del ritmo para que todo compagine y termine siendo una representación cantada de lo que normalmente dirías si estuvieses hablando.
Clase 3:
Hacer las dos cosas al tiempo. Al tiempo que vas cantando una melodía vas insertando la letra.
Esta es la forma más divertida de todo el proceso creativo.
Personalmente salgo a caminar cuando estoy tocado emocionalmente y dejo que esas emociones se conviertan en notas en mi voz. El ambiente es importante para esta forma de composición. Un sitio con demasiado ruido donde no puedas aquietar tu espíritu para que tus emociones tomen el control y se dejen llevar por la musicalidad y la necesidad de expresión, definitivamente es el peor de los ambientes creativos.
El aire, el color del día, la noche misma, la gente paseando, el viento en las manos, son muchos de los grandes compañeros e inspiradores para hacer una canción buena; una que te guste a ti antes que a los demás. Porque eres tu quien está traduciendo tus sentimientos en esos momentos. No es la opinión de los otros quien debe dar la pauta para la forma de contar tu historia musical. Si lloras quien mejor que tu para expresar ese llanto sea de alegría o de tristeza; aquel que pasa a tu lado ni idea tiene de lo que sucede en tu interior.
Básicamente, la idea es ir copiando de esa partitura universal donde ya están creadas todas las melodías y obras musicales posibles esperando para que alguien como tú las baje del aire donde están desde la eternidad.
! !Bueno, ya me inspiré, es que así es la música, la composición y la vida! Y ante todo estamos vivos.
Intenta encontrar tu momento personal, tu propio espacio, tu propia forma de arrancarle con suavidad esas canciones que tu quieres escribir.
Algunas personas al ver un paisaje que les agrada, toman su instrumento favorito y se dejan llevar por ese momento sin ningún reparo de tiempo, lugar, cansancio, frío u otros distractores que normalmente dispersarían la mente desenfocándola de la posibilidad de crear o de unirse a la obra universal que le brinda un paisaje como tema principal para que el que le vea haga su aporte con pinceladas musicales.
Siempre es bueno llevar consigo un lápiz, NO ESFERO, EL LÁPIZ NUNCA FALLA POR LA FALTA DE TINTA, y una libreta de apuntes personales donde puedas copiar las frases que vayas creando. Si tienes más cuidado hazte a una grabadora de las de periodista, allí va quedando todo en un solo paquete letra y música juntos.
Creditos a: http://www.juncadella.net/
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